Tras tres días usándolo (y de que mi mejor amiga me preguntara si me había hecho peeling láser), esto pienso de este bálsamo que promete ser el multitarea de la limpieza facial:
Lo que mola (y te hace sentir que lavarte la cara es un lujo):
Desmaquillante ninja: Elimina hasta el lápiz de ojos a prueba de lluvia en segundos. No necesitas frotar como si limpiaras una sartén quemada. ¡Y sin dejar esa sensación grasienta de otros bálsamos!
Hidratación de secano a oasis: Mi piel, que suele tirar después de limpiar, quedó suave como si me hubieran aplicado una mascarilla. Con aceites naturales que no obstruyen… hasta mi zona T grasienta dijo «gracias».
Para pieles sensibles sin drama: Ni rojeces ni picores. Usé dos días seguidos y mi cara no declaró guerra. Ideal para los que vivimos en modo reactivo ante cualquier producto nuevo.
Muselina que hace magia: La exfoliación suave con el paño incluido dejó mi piel con brillo de recién salida de facial. Y eso que solo la usé una vez… ¡12 horas de luminosidad no son broma!
Lo que no mola (pero es tan leve como una gota de crema en el espejo):
El tamaño vs. precio: 100ml parece poco si lo usas día y noche. En tres días, noto que el bote ya bajó un peldaño… pero como rinde en cantidad, quizá aguante más de lo que creo.
La muselina exigente: Si no la lavas después de cada uso, huele a taller de arte. Ahora tengo puesta una alarma en el teléfono: «Lavar muselina o mudarse de casa».
Veredicto final (con piel que parece recién filtrada):
Este bálsamo es tu mejor aliado si:
Detestas los desmaquillantes que dejan la piel tirante (y buscas hidratación mientras limpias).
Te gusta la doble función: desmaquillar + exfoliar suave sin pasarte por tres productos.
Priorizas fórmulas limpias pero con resultados de salón (y sin pagar como si lo fuera).
¿Recomendado? Sí, como el agua termal en verano. Por su eficacia, suavidad y ese brillo post-limpieza, le doy un 9/10. Eso sí: si en un mes el bote se acaba, lloraré… pero compraré otro.
Will The Cat –
Tras tres días usándolo (y de que mi mejor amiga me preguntara si me había hecho peeling láser), esto pienso de este bálsamo que promete ser el multitarea de la limpieza facial:Lo que mola (y te hace sentir que lavarte la cara es un lujo):Desmaquillante ninja: Elimina hasta el lápiz de ojos a prueba de lluvia en segundos. No necesitas frotar como si limpiaras una sartén quemada. ¡Y sin dejar esa sensación grasienta de otros bálsamos!Hidratación de secano a oasis: Mi piel, que suele tirar después de limpiar, quedó suave como si me hubieran aplicado una mascarilla. Con aceites naturales que no obstruyen… hasta mi zona T grasienta dijo «gracias».Para pieles sensibles sin drama: Ni rojeces ni picores. Usé dos días seguidos y mi cara no declaró guerra. Ideal para los que vivimos en modo reactivo ante cualquier producto nuevo.Muselina que hace magia: La exfoliación suave con el paño incluido dejó mi piel con brillo de recién salida de facial. Y eso que solo la usé una vez… ¡12 horas de luminosidad no son broma!Lo que no mola (pero es tan leve como una gota de crema en el espejo):El tamaño vs. precio: 100ml parece poco si lo usas día y noche. En tres días, noto que el bote ya bajó un peldaño… pero como rinde en cantidad, quizá aguante más de lo que creo.La muselina exigente: Si no la lavas después de cada uso, huele a taller de arte. Ahora tengo puesta una alarma en el teléfono: «Lavar muselina o mudarse de casa».Veredicto final (con piel que parece recién filtrada):Este bálsamo es tu mejor aliado si:Detestas los desmaquillantes que dejan la piel tirante (y buscas hidratación mientras limpias).Te gusta la doble función: desmaquillar + exfoliar suave sin pasarte por tres productos.Priorizas fórmulas limpias pero con resultados de salón (y sin pagar como si lo fuera).¿Recomendado? Sí, como el agua termal en verano. Por su eficacia, suavidad y ese brillo post-limpieza, le doy un 9/10. Eso sí: si en un mes el bote se acaba, lloraré… pero compraré otro.